Internet se ha convertido en una herramienta fundamental para prácticamente cualquier negocio -por no decir para todos-. Google se ha convertido en la mejor forma de dar visibilidad a un restaurante e Instagram en la mejor plataforma para publicitar una pequeña tienda de ropa. Hace unos años se llegó a especular con la posibilidad de que las páginas de Facebook llegasen a sustituir a las webs tradicionales, pero ya es evidente que no es así. Por eso hoy en diligent os queremos hablar de cómo se diseña la experiencia de usuario de una web.

El diseño web es nuestra especialidad. Plantear cómo puede una web puede resolver de forma sencilla todo lo que puede necesitar un usuario (desde consultar datos del producto a realizar una compra, pasando por buscar una forma de ponerse en contacto con la empresa) de forma rápida y sencilla, es todo un reto que nos encanta.

¿Qué es la experiencia de usuario de una web?

La experiencia de usuario o UX, por su nombre en inglés (user experience), en muchas ocasiones se confunde con el diseño web o el diseño de interfaz (UI, por su nombre en inglés: user interface), pero lo cierto es que va mucho más allá: es una conjunto de procesos que mezclan el desarrollo, el concepto de negocio y el diseño y cómo el usuario interactúa emocionalmente con nuestro negocio.

El diseño de la experiencia de usuario de una web conlleva pensar permanentemente en el usuario durante todo el proceso de desarrollo del producto. De hecho, no hacerlo normalmente hará que nuestra UX final sea mala.

Para que la experiencia final sea buena, debemos tener claras ciertos conceptos de nuestro producto y definir una estrategia clara: ¿qué queremos lograr con él? ¿cómo será el proceso de desarrollo? ¿qué funciones tendrá? ¿cómo navegará por él nuestro usuario? ¿y desde qué dispositivos?

Pasos para crear una buena UX

• Investigación del público objetivo: es la base sobre la que se levantará el resto del proceso. Debemos conocer bien quién será nuestro público, sus necesidades y los puntos débiles que pueden encontrar en nuestro producto y solventarlos con antelación. Crear escenarios que planteen situaciones futuribles es una gran herramienta en este punto.
• Wireframe o esquematización: se comienza a plasmar, de forma muy esquemática, todo lo anterior en el esqueleto que más adelante se acabará por convertir en nuestra web o aplicación. El objetivo es organizar la información y los procesos para lograr su máxima optimización: dos clicks, mejor que tres.
• Prototipado: en esta fase el aspecto del producto final comienza a tomar forma. Se definen las funcionalidades y los servicios, y se simula cómo serán las interacciones del  usuario con nuestro producto.
• Pruebas: se comprueba que todo lo que se ha planteado en la anterior fase es funcional, si cumplen con las necesidades del cliente y, sobre todo, se realizan tests con el publico objetivo para saber si nuestro producto es fácilmente comprensible y si resuelve sus necesidades.
• Diseño: se aplica la identidad visual corporativa sobre el prototipo. Se definen elementos como los iconos y la tipografía, además de los colores o animaciones.

Esperamos que esta entrada te haya servido para comprender un poco más qué es la experiencia de usuario de una web, qué la diferencia del diseño de interfaz, y para hacerte una idea de los principales pasos que debes dar para que tu página tenga la mejor usabilidad, dando el mejor servicio a tus clientes.

¡Hasta la próxima!